Asunción de la Virgen María

Es una de las fiestas marianas más importante y que la Iglesia celebra el 15 de agosto. Teológicamente pertenece a  uno de los dogmas o verdades de fe definidos por la Iglesia; junto a la Maternidad divina de María, es decir que es la Madre de Dios, y que fue concebida sin pecado original y que fue siempre virgen, el Magisterio solemne nos entregó esta verdad. 

El dogma no toca algunas cuestiones muy relacionadas con el, como si la Virgen murió o no, y si la respuesta es afirmativa, si resucitó. Estas cuestiones han quedado a la libre aceptación y discusión de los fieles, sobre todo de los teólogos. Lo enseñado por Pío XII en la Constitución  “Munificentissimus Deus “ es “Que la Inmaculada Madre De Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial”.

La celebración de la Asunción de María es una fiesta antigua que se celebraba en Jerusalén desde el siglo VI en honor de la Madre de Dios recordaba probablemente la consagración de una iglesia en su honor.

Esta fiesta, un siglo después, se extiende a todo el Oriente bajo el nombre de Dormición de Santa María y celebra su tránsito de este mundo y asunción de María al cielo.

El Papa Pío XII, declaro el dogma de fe la Asunción de María, en 1950. La Virgen María, por un privilegio especial de Dios Omnipotente, no experimentó la corrupción: su cuerpo, glorificado por la Santísima Trinidad, fue unido al alma, y María fue asunta al cielo, donde reina viva y gloriosa, junto a Jesús, para glorificar a Dios e interceder por nosotros.

En el Apocalipsis podemos leer los pasajes que relatan la Asunción de la Virgen María a los cielos: “Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, la luna a sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas (Ap 12, 1).

 Julián Enrique García Cuté

6to. Perito Contador

Clave: 5

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