Cristo, Modelo de Vida
La Biblia presenta a Jesús como una persona cariñosa y agradable. A él no le molestaba que la gente se le acercara para contarle sus problemas o para plantearle preguntas complejas. En cierta ocasión, una mujer que llevaba doce años enferma aprovechó que una muchedumbre lo rodeaba para acercarse inadvertidamente y tocarlo, pensando que así se curaría. Jesús no se sintió ofendido por aquella acción, que algunos considerarían insolente. Al contrario, él le dijo con ternura: “Hija, tu fe te ha devuelto la salud” (Marcos 5: 25-34). Hasta los niños pequeños disfrutaban con su compañía y no temían que los rechazara (Marcos 10: 13.16). Y por las conversaciones francas y amistosas que tenía con sus discípulos, se nota que ellos también se sentían cómodos a su lado (Marcos 6: 30-32). Sin duda, una de sus mayores virtudes fue saber ponerse en el lugar de los demás para comprender cómo se sentían y poder ayudarlos. Así, cuando Jesús vio a...